Vibrantes colores visten las paredes de la ciudad de Valencia en España. Pichi y Avo son los seudónimos de dos artistas que han transformado los espacios de su ciudad natal en un lienzo donde se fusionan el arte clásico del Mediterráneo con las nuevas corrientes.
Desde 2007 decidieron dejar atrás los egocentrismos y unirse para crear su propia firma , desde entonces participan en festivales internacionales . Fue en Bélgica donde ocurrió la sorprendente transformación de varios contenedores de carga en un mural arquitectónico que dejo maravillados a los locales.
Además de preservar la grandeza de los dioses griegos, Pichi y Avo recurren a otros temas para crear escenarios surrealistas utilizando todo tipo de materiales con el propósito de darle profundidad y textura a sus creaciones.
En su composición Naturaleza reciclaron cerámica rota de la región de Manises con el fin de reinventar expresiones culturales tradicionales.
Sus murales se han extendido a otras regiones de Europa y pueden encontrarse en Grecia, Francia y Reino Unido.
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